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Arquitectos: OBO Estudi
- Área: 1683 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Jordi Canosa
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El ayuntamiento de Sant Esteve de Palautordera decide renunciar al campo de fútbol de la zona deportiva para dar paso a un nuevo espacio cubierto polivalente que albergue todas las necesidades de su creciente tejido social. La parcela, situada en uno de los extremos del municipio, se encontraba dividida en tres terrazas o plataformas ocupadas por un vial en la parte superior, un parque infantil intermedio y un campo de fútbol separado por un talud totalmente inaccesible actuando como “cul de sac” urbano.
A pesar de que la voluntad inicial era la de centrar los esfuerzos en la construcción del espacio cubierto, el proyecto parte de la necesidad de modificar la orografía del terreno para conectar las tres realidades topográficas y poder relacionarlas tanto visual como activamente. La inclinación de la cubierta debe propiciar esta relación e invitar al usuario abriéndose hacia el parque infantil. Dado que la disponibilidad económica era ajustada se debían optimizar los recursos disponibles para lograr la viabilidad de la construcción.
Se concibe la modificación del talud del campo de fútbol como un equilibrio de tierras que permitiese dar cobijo a unas gradas y a una escalera que comunicase las tres plataformas. Dichas gradas, además de actuar como contendor de tierras, debían albergar la primera línea de cimentación de la construcción. Mientras que en la línea intermedia de pilares es mucho más reducida, la cimentación de línea inferior aprovecha la compacidad del terreno del antiguo campo de futbol para formar una cimentación sobresalida que limite el espacio.
Se opta por una estructura metálica de pilares formados por dos perfiles industrializados separados que pudieran aumentar la inercia estructural y ajustar el esfuerzo material. En su eje cartesiano, los pilares albergan una cercha que se adapta a la topografía modificada del terreno y que sostiene una estructura de viguetas de madera y una simple greca metálica que cubre todo el programa. La cubierta recoge las aguas pluviales en un drenaje continuo donde deben crecer unas enredaderas que protejan del Sol de Este y canaliza el agua sobrante hasta el sumidero existente que la conduce hasta el cercano rio Tordera.
Más allá de un mero esfuerzo económico, el liviano sistema estructural, pintado de blanco, pretende pasar desapercibido delante del espectáculo natural del parque natural del Montseny con el que limita la parcela.